Moeraki Boulders
A la mañana siguiente nos fuimos
temprano al sur dirección Moeraki Boulders, cerca de Moeraki
Village. Estos boulders son formaciones rocosas que se
formaron con el paso de miles de años. Suelen ser piedras muy
redondas que salen de la arena como pelotas de piedra, es algo que
piensas que no puede haber sido cosa de la naturaleza pero es así.
Es un extraño fenómeno que ocurre por esta zona de Nueva Zelanda y
que atrae a tanto turista. Llegamos tempranito a eso de las 9 y media
pensando que no habría tanta gente ya que nos avisaron de que era un
sitio bastante concurrido pero aun así nos encontramos con una
plasta de gente invadiendo la zona boulders que hizo casi
imposible sacar alguna foto en solitario. Personalmente me pareció
un fenómeno curioso y digno de ver pero tampoco me hubiera perdido
mucho si no hubiéramos venido a verlo.
Shag Point
esta mas al sur de Moeraki, un rato con el coche. Es el lugar ideal
si quieres ver lobos marinos, nosotros llegamos al mirador que hay llegando
al principio y estaba todo lleno de ellas, posando en las piedras
como vagas que son. Puede ser peligroso andar entre ellas ya que son
agresivas, como te acerques mas de la cuenta te pegan un grito que
acojona o incluso peor es que se te ponga a correr detrás tuya que
aunque parezca mentira pueden correr bastante rápido.
El lugar en sí
también es precioso no solo por los lobos marinos (también conocido por oso marino) si no las piedras y el océano pacifico y su color es algo digno de admirar. Más adelante en
otra playa mas de arena suele ser visitada por pingüinos yellow-eyed
que están en peligro de extinción pero suelen venir a eso de las 5 o 6
de la tarde y nosotros estábamos allí a eso de las 12 del medio día así
que no vimos a ninguno.
Otro
punto fuerte de Shag Point son sus boulders (esas piedras redondas),
estos boulders no son nada turisticos pero sin embargo cuando
nosotros los vimos nos sorprendieron mucho más que los tan
turísticos de Moeraki, en los de Shag Point estábamos totalmente
solos.
Estos boulders tienen la diferencia de que salen de un suelo
de roca y son como bolas de piedra sobre ese suelo. Hay muchísimos y
hay un buen paseo viendo las diferentes formas que tienen, a veces veíamos figuras curiosas como un boulder en forma de champiñon
u otro en forma de tortuga. También hay formaciones como si fueran
unas piscinas donde te puedes meter.
Soy el único que ve un champiñon? |
En este lugar suelen haber lobos marinos,
eso lo comprobamos cuando íbamos paseando tranquilamente totalmente
descuidados cuando de repente Perrine pegó un chillido y salió
volando hacia mi. Era un lobo marino que estaba tranquilamente tumbada pero
que al ser del color parecido de la roca no la vimos en absoluto y
Perrine paso a solo un paso de ella, la reacción del lobo marino fue la de
gritar, pudo haber sido peor y atacar, siempre hay que tenerlas en
cuenta.
El lobo marino sorpresa |
El coche lo teníamos en un parking donde se deja el coche y
donde tienes como unas escaleras para bajar a los boulders, el
parking no esta en la carretera principal si no en una que hay
paralela mas pequeña que pasa por las casas, cuando volvimos a
nuestra furgoneta comimos algo y nos echamos una siesta que nos quito
todo lo malo.
Shag
Point no sale en las guías pero sin duda que es un punto donde hay
que parar si pasas por esta parte de Nueva Zelanda, merece mucho la
pena, para mi más que Moeraki Boulders.
Moeraki Village
Este
pueblo es un muy pequeño pueblo de pescadores famoso por sus
boulders que quedan al norte en la playa y por su faro donde
acuden muchos pingüinos de visita. Un faro al que se llega por una
carretera de tierra muy empinada por la que fuimos y en la que de
repente el coche pegó un calentón y la temperatura se puso en rojo
al máximo. Tuvimos que parar en mitad de la cuesta o si no parecía
que aquello iba a explotar, nos dimos cuenta de que no tenia agua,
algo extraño porque la controlamos no hace mucho, le echamos la poca
agua de beber que nos quedaba para ir tirando. Al final llegamos al
parking al lado del faro sin muchos mas problemas pero vigilando muy
de cerca la temperatura del coche.
Desde
el mirador tienes dos caminos, uno es un mirador a la playa desde
donde se ven los pingüinos desde un cobertizo donde puedes utilizar
unos prismáticos que hay públicos y también esta el camino que te
lleva por la colina detrás de la playa y por las piedras que hay más
adelante Primeros fuimos al mirador desde donde no vimos ningún
pingüino llevándonos una decepción ya que nos habían dicho que
aquí se veían muchos de ellos. Decidimos ir por el otro camino por
la colina detrás de la playa y aquí nos llego la grata sorpresa, la
colina estaba toda llena de pingüinos andando a sus anchas!! Invadían el camino por donde teníamos que pasar y lo que era mejor,
no se asustaban mucho y nos pudimos acercar a apenas unos metros de
ellos.
El momento fue mágico, el estar tan cerca de un pingüino era
un momento que nunca me imagine que viviría, siempre había pensado
que era cosa del polo sur. Nos quedamos un rato sentados sin hacer
mucho ruido para no asustarlos, había un grupo de ellos que
solamente estaban allí de pie secándose y con las alas desplegadas
que parece que es su posición natural.
Más
adelante es un paisaje con bonitas playas con grandes rocas y
acantilados donde descansan todas los lobos marinos, algunos son leones
marinos otros son leones marinos, a veces es dificil de diferenciar. Se puede
andar por alli a tus anchas pero teniendo cuidado con ellas.
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