- Un paseo romántico en un barco por el Moldava para ver la ciudad desde el agua. Es un recorrido muy interesante que realizan muchos barcos. La mayoría incluyen explicaciones grabadas en varios idiomas, también en español, para que no nos perdamos nada del paisaje. Hay muchos cruceros que ofrecen cenas y comidas a bordo, algunos con música en directo, como Paropvlava o el JazzBoat. La cena más barata puede costarnos unos 30 euros al cambio.
- Subir a lo alto de la Torre Eiffel. No, no me he equivocado, ya sé que no estamos en París. Pero en Praga tenemos la Torre Petrín, una Eiffel en miniatura. Merece la pena subir a lo alto para contemplar una bonita panorámica de la ciudad. Ya sea una declaración de amor o un simple beso en este lugar quedará grabado en la memoria de los enamorados. Imprescindible inmortalizar el panorama en fotografía.
- Recorrer “la colina de los enamorados” y jurarse amor eterno. La Torre Petrín se sitúa en una colina que se levanta a unos 327 metros sobre el nivel del mar y está formada por un extenso y acogedor parque al que los habitantes de Praga gustan dirigirse en su tiempo libre. Las parejas de enamorados no podían ser menos. En una de sus laderas se encuentra una estatua de bronce del poeta checo Karel Hynek Mácha, representante del romanticismo del siglo XIX. Hay algunas leyendas de amor asociadas a esta estatua, como que quienes coloquen una flor en el pedestal del monumento será amado por su pareja. También se dice que las parejas que se den un beso junto a la escultura de Mácha se amarán eternamente. Son tradiciones adscritas a la celebración del uno de mayo pero… ¿quién nos dice que no surtirán efecto un 14 de febrero?
- Un paseo en carro de caballos por la Ciudad Vieja. Toca abrigarse bien, pero es una esperiencia muy especial recorrer los rincones emblemáticos de Praga de este modo clásico.
- Una noche inolvidable con ópera y cena. Para poder acceder al bonito edificio de la Ópera (la Ópera Estatal de Praga) es necesario comprar la entrada para ver alguna representación. Casi todos los días se ofrecen espectáculos de ópera o ballet y, dependiendo de la obra y del tipo de asiento, se pueden conseguir entradas desde 4 euros al cambio. Algunas empresas ofrecen la posibilidad de recogernos en coche, asistir a la ópera y disfrutar de una cena gourmet después.
- Un paseo por el Parque Letná, uno de los más conocidos de la ciudad. Desde aquí se pueden contemplar espectaculares vistas del centro histórico de Praga, el Monte Petrin y el Castillo. Está rodeado por multitud de palacetes convertidos en cafés, ideales para hacer una parada. En sus jardines podemos encontrar el curioso pabellón Hanavský, donde encontraremos un restaurante y un café situados en un entorno envidiable y con vistas privilegiadas.
- Una cata de vinos en Praga. Si sois amantes del buen vino, ésta es una oportunidad para degustar los caldos checos. Hay empresas que ofrecen distintas paradas en tabernas, casas de vino, restaurantes o bodegas para catar vino en Praga. Para una cena romántica es imprescindible una botella de buen vino de la tierra, como las variedades típicas de Moravia, Muškát moravský y Pálava. No sólo las cervezas checas tienen merecida fama… ¡Bon appetit!
- Una sesión de jazz. Reconozco que me dejo llevar por mis gustos personales para hacer esta recomendación, pero es que Praga cuenta con lugares interesantes para asistir a un concierto de jazz en un íntimo ambiente. Clubs de jazz como Agharta, Reduta, U Staré paní, Charles Bridge Jazz Club, Ungelt... nos esperan en la Cuidad Vieja de Praga.
- Romanticismo “extremo”. Si lo que os gusta son las emociones fuertes, seguro que disfrutaréis en pareja de experiencias intensas como saltos con paracaídas, vuelos en globo, parapente, puenting, escalada… Algunas actividades son posibles en la misma capital, aunque para otras habremos de desplazarnos.
- Acabamos este recorrido por una idea más tranquila y tradicional. Paramos en el archiconocido Puente de Carlos y la isla fluvial de Kampa, una isla romántica con su plaza central ovalada bajo el Puente de Carlos. Un lugar mágico ligado a numerosas leyendas y también a escritores y compositores checos. Si nos dirigimos de la Ciudad Vieja en dirección al Castillo, llegando casi al final del puente, se ve a la izquierda una doble escalinata que conduce a Kampa. Desde estos lugares con historia y bellas vistas sentiremos que estamos disfrutando de una Praga especial.
Fotos | Bjørn Giesenbauer, david.nikonvscanon y jonrawlinson en Flickr
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