Aunque hace siglos que sabemos que la tierra es redonda, la forma alargada del Cabo de Fisterra (Finisterre), la situación de Galicia en una de las esquinas del Imperio Romano y su difícil acceso, hicieron que durante siglos éste fuera conocido (erróneamente) como el punto más occidental del continente y por tanto el lugar donde acababa el mundo de los hombres.
Hoy en día, es uno de los puntos más visitados de Galicia, tras la tumba del Apóstol en Santiago de Compostela. Si es posible, espera hasta la puesta de sol. Durante miles de años se pensó que cada noche, éste se apagaba en sus aguas, centelleando como una brasa ardiendo, y que más allá de este punto sólo existía una región de tinieblas y de monstruos.
Cuenta la historia que, en sus campañas por conquistar la Gallaecia 200 años antes de Cristo, llegaron sus legiones al margen izquierdo del río Limia y creyeron que se encontraban ante el mítico río Lethes, en el que bebían los muertos y los mortales que lo atravesaban perdían la memoria. Asustados, los soldados de Décimo Junio Bruto se negaron a cruzar el río, ante lo que éste decidió cruzar solo y desde la otra orilla los fue llamando uno a uno por su nombre...
Hoy en día puedes rememorar esta experiencia en la Fiesta do Esquecemento que se celebra cada Agosto en Xinzo (esquecemento en gallego es olvido), donde además de lucha de gladiadores, pujas de esclavos y mercados de artesanías, puedes cruzar el río Lethes y posicionarte a favor de romanos y castrexos. Ya sabemos quién gana, pero por si este año cambia, merece la pena ir a ver qué pasa...
Están locos estos romanos!
"Pues bien, señor Aronnax, estamos en la bahía de Vigo y solo de usted depende que pueda conocer sus secretos". Con esta frase de 20.000 Leguas de Viaje Submarino invita el capitán Nemo a Aronnax a asistir a la recuperación de los tesoros sumergidos en la Ría de Vigo tras la batalla de Rande.
Aunque han sido muchas las expediciones y todavía hoy nadie ha encontrado tan increíble tesoro (la batalla es real y los tesoros también), puedes rememorar las incursiones piratas y descubrir por qué este tesoro natural sirvió de protección a barcos de todo tipo y condición. Además, puedes disfrutar de la que dicen es una de las playas más hermosas del mundo.
El intento del hombre por dominar la naturaleza es antiguo, sin embargo, esta fiesta no habla de imponerse a las bestias, sino del cuidado de las yeguadas del Santo (san Lourenzo de Sabucedo), animales salvajes marcados para su protección frente a los particulares y las otras bestias. Para ello, una vez al año se bajan del monte las yeguadas, marcando a los potros nuevos para su identificación y cortando las crines a todos los caballos, en una vistosa lucha entre hombres y caballos.
Aunque existen distintas Rapas en Galicia, la más famosa tiene lugar en Sabucedo, cerca de A Estrada todos los veranos (Julio) y es considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Otra rapa famosa es la que tiene lugar en Candaoso, provincia de Lugo, también en Julio.
A sólo 20 kilómetros de Pontevedra es posible encontrar un vórtice espacio - tiempo en la denominada "capital gallega del arte rupestre". Se trata de uno de los conjuntos más importantes de arte rupestre al aire libre de Europa, con petroglifos de hace cuatro mil años que representan principalmente escenas de comienzos del otoño.
Descubrir este parque arqueológico de la Edad de Bronce a la luz de las sombras es una experiencia mágica que se puede realizar en verano a través de una visita guiada (necesita reserva.)
Más allá de la discusión sobre el origen de Colón - que era gallego, no genovés :D - lo que sí es un hecho indiscutible es que fueron las costas gallegas las primeras en tener noticias del descubrimiento de América. El 1 de marzo de 1493, la carabela Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, atracó en la villa marinera de Baiona, dando noticias de la expedición.
Hoy en día puedes visitar la villa y subirte a la réplica de la embarcación que permanece amarrada, para los visitantes, en uno de los muelles. Pero si quieres conocer realmente la vida de esta magnífica villa marinera, pasa aquí un par de noches, callejea de taberna en taberna, confúndete con los locales y descubre por qué este siempre ha sido un buen puerto donde recalar.
Además, si quieres rememorar la historia, todos los años en torno al día 1 de Marzo se celebra la Fiesta de la Arribada, una fiesta medieval de Interés Turístico Nacional.
Por qué los romanos decidieron construir, en el siglo I d.C,. un faro en lo que ellos consideraban el Fin del Mundo, escapa a mis conocimientos. Lo que sí es verdad es que la Torre de Hércules es uno de los pocos faros de la época que siguen guiando a navegantes y barcos en el mundo. Hoy en día es posible visitar por dentro el monumento, que es incluso más impactante al atardecer, cuando empieza a oscurecerse el día y el faro destaca en la oscuridad.
Este monumento Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha tenido varios nombres: en la época romana se conocía como Farum Brigantium (la localidad de Brigantium es el origen de lo que hoy conocemos como A Coruña), en la época medieval como Faro Vello o Castelo Vello (castillo viejo) y en la edad moderna empieza a conocerse como Torre de Hércules. En realidad, no existe vinculación real con Hércules, como os podéis imaginar, aunque una leyenda que recogió Alfonso X el Sabio en su Historia de España vincula al faro con la victoria de Hércules sobre el gigante Gerión.
Un dato curioso: Según una antigua leyenda irlandesa, aquí se asentaba la torre de Breogán, el caudillo celta que sometió a las tribus de España. Tras conquistar todo el territorio, fundó la ciudad de Brigantia (A Coruña) y construyó junto a ella una torre, que denominó Torre de Breogán. A su muerte, le sucedió su hijo Ith, el cual al ver desde lo alto de la Torre las tierras de Irlanda partió para conquistarlas, pero la empresa fracasó. El testigo fue recogido por su hijo Mil, quien intentó de nuevo la conquista de Irlanda y esta vez consiguió vencer a los Thuatha-Dé-Dannan y dominar todo el país.
Muchos siglos antes de que se creara el couchsurfing o los Google Maps, antes de que nos preocuparan los peajes de las autopistas o si habría wifi gratis en el hotel, viajeros de todo el mundo recorrían a pie esta ruta de peregrinación. Por ello, desde su popularización en el siglo XI, han sido numerosos los reyes que decidieron invertir en hostales y hospederías que acogiesen a los peregrinos y les asistiesen a lo largo de las distintas vías.
Aunque la "Compostela" se concede sólo a quien hace la peregrinación con sentido cristiano: (devotionis affectu, voti vel pietatis causa) y recorran al menos los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo (o el doble en bicicleta), la verdad es que el Camino acoge a todo el mundo. Por eso, hoy en día son numerosos los peregrinos que buscan en el camino una forma de reencontrarse con la naturaleza, pero también con la humanidad, conociendo a gente de todo tipo y condición venida de las distintas esquinas del planeta.
Además, incluso cuando no coincide con año santo (solo lo son aquellos en que el 25 de Julio cae en domingo), es una experiencia idónea para cualquier edad, ya que lo puedes adaptar a tu condición física y llevarlo a tu ritmo. Y como el mínimo son 100 kilómetros, lo puedes hacer mientras recorres Galicia a través de sus distintas rutas. Y al haber distintas vías, cada vez que lo haces puede ser totalmente diferente.
La ubicación de San Andrés de Teixido no debe ser accidental, entre bosques de eucaliptos y pinos, una carretera serpenteante llena de nieblas acerca al visitante a un mundo imaginario donde, aunque no quieras, terminas yendo tras la muerte: "vai de morto o que non foi de vivo" (irá una vez muerto aquel que no fue de vivo). Y es que, cuenta una leyenda, que triste San Andrés porque nadie iba a visitar su santuario, se le apareció Dios y le prometió que allí acudirían todas las personas, si no vivas, tras su muerte reencarnadas en sapos, culebras o cualquier otro animal. De hecho, por eso no se puede matar ni pisar ningún insecto o matar o maltratar un animal en la zona, ya que se cree que son almas que van en peregrinación al santuario.
Además, aquí también es posible comprar la "flor de namorar" (clavel marítimo), una hierba que crece en los cercanos acantilados y a la que se atribuyen propiedades amorosas y afrodisíacas. De hecho, dicen que una pizca en el bolsillo del otro obra el milagro y que "a San Andrés van dos y vuelven tres".
Entre los embalses creados por el hombre y los escarpados cañones que ha esculpido la naturaleza con el paso de los años, se crean los llamados “mares interiores de Galicia”, un placer para los sentidos. Es un paisaje único, en el que los viñedos son protagonistas en las vertientes soleadas mientras que robledales, sotos y bosques pueblan las laderas más sombrías.
El entorno es navegable a través del Miño y a través del Sil (el más popular por sus espectaculares paredes verticales) mediante catamaranes. Pero existen numerosas rutas de senderismo que conectan las numerosas iglesias, monasterios y templos que han hecho que esta zona se denomine Ribeira Sacra (ribera sagrada.)
Por cierto, en el río Sil hicieron los romanos sus minas de oro, tanto en su vertiente leonesa como en la orensana.
Si hay una fiesta en Galicia que muestre con toda claridad la relación sin complejos y la naturalidad con la que el gallego convive con la muerte son las procesiones de féretros de Santa Marta de Ribarteme. Una antiquísima y respetada tradición que suscita de forma irremediable el asombro de los foráneos.
Se trata de una procesión de ataúdes que tiene lugar a finales de Julio cada año y en la que se incluyen a mayores y a niños, que "pasean" dentro de un ataúd para dar gracias por haber superado una experiencia cercana a la muerte.
También se puede vivir una experiencia similar en la Festa das Mortallas de A Pobra do Caramiñal, en Septiembre. Aunque en este caso los ofrecidos no van dentro del ataúd, sino que vestidos con su hábito mortuorio lo siguen en procesión por la ciudad.
Desde 1960, las gentes de Catoira, representan el ataque de los piratas vikingos a la villa a bordo del drakkar noruego Úrsula, una embarcación (reconstruída) del siglo XI. Los habitantes de la villa intentan resistir y es entonces cuando se produce la batalla, donde los participantes acaban empapados de vino.
La fiesta tiene lugar en las Torres del Oeste, un conjunto fortificado del siglo IX que a lo largo de los siglos sufrió numerosos ataques puesto que era un punto clave de acceso a Santiago y, por tanto, de defensa de los tesoros de su Catedral. Actualmente, de las 7 torres originales quedan dos y una ermita dedicada al Apóstol Santiago, lo que no impide cada año que los "invasores del norte" vuelvan para conquistarlas.
A causa del furor por los embalses de los años 50, el enclave romano de Aquis Querquennis y la calzada que conectaba Braga con Astorga (la vía XVIII de Antonio o Vía Nova), quedaron anegados por el embalse de As Conchas en 1949. Hoy en día este conjunto arqueológico (el más importante de Galicia) compuesto por un campamento militar, un pequeño hospedaje y aguas termales, resurge de entre las aguas con el verano, al igual que curiosos y turistas.
Rodeado por bosques de robles y abedules, el campamento está ubicado en el pueblo de Portoquintela (Bande), a orillas del río Limia y muy cerca de los parques naturales de Baixa Limia y Peneda Gerés. Curiosamente, se construyó en las proximidades de manantiales termales, por lo que se cree que se usó de campamento militar y de Balneario por los romanos. Hoy en día sigue siendo posible utilizar estos manantiales de agua caliente.
Que Galicia es cuna de buen beber y de buen comer no es ningún secreto, lo atestiguan un total de 30 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) que abarcan desde la fabricación de vinos y quesos, a carnes, frutas y hortalizas, pescados y moluscos, así como panes, dulces y pasteles. Además de los cientos de platos tradicionales y mundialmente conocidos, como la empanada, el lacón con grelos, el cocido gallego, el pulpo á feira, las filloas, la tarta de Santiago,...
Quizá por eso, tan solo contando entre Julio y Agosto, puedes degustar:
- Anguila en Valga (Agosto)
- Bonito en Burela (Agosto)
- Callos en Carnés - Vimianzo (Julio)
- Carneiro ó Espeto, Cabrito en Santa Lucía de Moraña (Julio)
- Jamón asado en A Cañiza (Agosto)
- Mejillón y Berberecho en Vilanova de Arousa (Agosto)
- Pan de Cea en San Cristovo de Cea (Julio)
- Pimientos blancos en Oímbra (Agosto)
- Pimiento de Arnoia en A Arnoia (Agosto)
- Pimiento de Herbón en Padrón (Agosto)
- Pulpo en Mugardos (Julio)
- Pulpo en O Carballiño (Agosto)
- Queimada en Cervo (Agosto)
- Vieira en Cambados (Julio)
- Vino Albariño en Cambados (Agosto)
Abierta a un mar furoz que azota las rocas con violencia, el viento y las mareas han diseñado las caprichosas formas arquitectónicas que caracterizan lo que hoy conocemos como las playa de los Catedrales. El conjunto de acantilados, algunos con más de 30 metros de altura, forman unos arcos y bóvedas espectaculares elaborando un paisaje sobrenatural que sigue cambiando con el paso de los años.
Ubicado cerca de Ribadeo, el arenal de Aguas Santas conocida como de las Catedrales, muestra al visitante una perspectiva única en la que, dependiendo de la hora del día cambian los colores y las formas de los muros, arbotantes y cúpulas de esta Catedral del Mar. Aunque no es posible visitarla cuando la marea crece (lo hace y muy rápido), también es posible divisar los laberintos y las grutas que conforman los acantilados desde los miradores habilitados en la zona.
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