Para conocer Nueva York no hay que viajar una sino muchas veces. Y
aunque vayáis muchas veces nunca llegaréis a conocerla del todo porque
esta ciudad muta constantemente. Teniendo esto en mente relájate y no
intentes abarcarlo todo de una sola vez.
Nuestra experta Andrea H. Madrid del blog Newyorkando aconseja dejarse llevar sin ningún destino en concreto para sentirse como en una película. Sufrirás un déjà vu constante después de tantos años de libros, series, canciones y películas que nos han hecho sentir Nueva York como nuestra.
Pero para perderse hay que empezar por alguna parte, así que aquí va una lista de
5 lugares clásicos que ver en Nueva York y otros
5 lugares de Nueva York fuera de los circuitos turísticos para que elijas por dónde empezar tu deriva por esta magnífica ciudad.
5 lugares clásicos que ver en Nueva York
1. La Estatua de la Libertad
Visitar la Estatua de la Libertad es algo que se tiene que hacer alguna vez en la vida. No solo es el
símbolo de Nueva York,
sino de Estados Unidos, pues era la primera imagen del país que tenían
los miles de miles de inmigrantes que llegaban a América durante siglos.
Para visitar la Isla de la Libertad toma el
ferry oficial que sale desde Battery Park
(estación Bowling Green, líneas 4 ó 5). Las entradas se pueden comprar
allí mismo, pero no es buena idea porque las colas son larguísimas e in
situ no se pueden conseguir tickets para subir al monumento. Lo mejor es
comprar las entradas en línea en el
Statue Cruises,
el proveedor oficial para visitar la Estatua. Ten en cuenta que la
entrada básica solo incluye el viaje en ferry. Si quieres entrar al
pedestal (el museo) y subir al mirador de la corona, tendrás que comprar
otro ticket con mucho tiempo de antelación, ya que los cupos diarios
son limitados y se agotan rápidamente.
2. Empire State Building
Subir al Empire State es otra peregrinación que hay que hacer en
Nueva York. Es realmente impresionante encontrarse frente a frente con
este rascacielos, uno de los más filmados en la historia (según los
registros oficiales el Empire State
ha aparecido en ¡más de 250 películas!). Los miradores del Empire State Building están
abiertos los 365 día del año,
desde las 8 de mañana hasta las 2 de la madrugada. Decimos “los
miradores” porque son 2: el del piso 86 y el del piso 102. Obviamente el
del 102 es mucho más caro, pero también con menos gente así que podrás
disfrutar mejor de la visita. Prepárate para hacer cola, pero valdrá la
pena.
3. Central Park
Caminar por Central Park es algo que te llevará varias visitas, pues
el parque es enorme y hay mucho que ver: estatuas, fuentes, puentes, arcos, lagunas, praderas y hasta un zoológico con los
famosos pingüinos que inspiraron la película de animación “
Madagascar”...
Todo diseñado para rememorar los parques europeos más famosos de
finales del S. XIX. Y cuando decimos que es enorme es en serio,
¡comienza en la calle 59 y termina en la 110!
Otra característica que tiene este pulmón vegetal de Nueva York es que
luce diferente según la época del año, los colores del otoño nada tienen
que ver con los de la primavera ni con el blanco invernal. Cada vez que
vayas acércate por lo menos una vez.
4. High Line
Conocer el High Line Park es algo que no puedes dejar de hacer. Si bien no tiene el pedigrí de Central Park (
se inauguró en 2009) se ha convertido rápidamente en
un icono del Nueva York contemporáneo. Es un parque muy particular pues está sobre una
vía abandonada de tren,
así que mientras pasees pasarás junto a edificios, ventanales, hoteles y
todo esto rodeado de un paisajismo vanguardista y de muchos
neoyorquinos cool.
5. Puente de Brooklyn
Cruzar el Puente de Brooklyn supone andar sobre un hito de la
arquitectura neogótica del Nueva York industrial. En 1883 sorprendió a todo el mundo al convertirse en el
puente colgante más largo del mundo y el primero suspendido por cables de acero,
el mismo acero que permitió elevar los rascacielos de Manhattan. Al
cruzarlo irás dejando atrás el skyline de Manhattan para adentrarte en
Brooklyn, un distrito increíblemente recomendable. Si vais justos de
tiempo, la vuelta la podéis hacer en metro.
5 lugares que ver en Nueva York fuera de los circuitos turísticos
1. Ferry por el East River
El Ferry por el East River fue inaugurado hace poco para transportar a los neoyorquinos entre
Manhattan, Brooklyn y Queens. Hacer todo el recorrido permite entender la ciudad y ver el perfil de Nueva York desde una
perspectiva única. Si ya has paseado por el Puente de Brooklyn, con el Ferry pasarás por debajo. Divertidísimo.
2. Top of the Rock
Subir al Top of the Rock, el
observatorio del Rockefeller Center,
no es algo necesariamente novedoso, pero si de ver Nueva York desde
arriba se trata es una excelente elección. Sus amplias terrazas te
permitirán ver cómodamente la ciudad. Y, además, podrás ver
Central Park desde las alturas – algo que no se puede hacer desde el Empire State. Sin tener en cuenta que el Top of the Rock es un
gran mirador para contemplar el Empire. Ni te imaginas las fotos que te llevarás de aquí.
Interior del Radio City Music Hall foto de Sam Pavone Shutterstock.com
3. Radio City Music Hall
La visita guiada del Radio City Music Hall te transportará al
Nueva York Art Decó de los años veinte.
Todo el decorado está excelentemente mantenido y bien preservado, así
que lo de viajar en el tiempo es en serio. Te sentirás dentro de una
película idealizada de Nueva York y además podrás sentarte en
los camerinos donde estuvo Frank Sinatra.
Coney Island, atracciones en la playa de Nueva York. Foto de pio3 /_shutterstock.com
4. Coney Island
Conocer Coney Island es otro viaje en el tiempo. Pero en este alejado
barrio de Brooklyn el viaje será más dramático pues allí literalmente
el tiempo se detuvo. En Coney Island conocerás
otro Nueva York, uno que en vez de cemento y acero tiene un
larguísimo paseo junto a la playa en el que abundan los puestos de algodón de azúcar, hotdogs espectaculares, ferias de freaks, tiovivos y la
montaña rusa más antigua de Estados Unidos. ¡Coney Island vale mucho la pena! Y está a tan sólo una hora en metro.
5. Sleepy Hollow
Visitar Sleepy Hollow, el
pueblo del Jinete sin Cabeza, es uno de nuestros últimos descubrimientos. En tren desde Grand Central Terminal sólo tardarás
50 minutos en llegar al pueblo que inspiró la
famosa historia de Washington Irving.
Allí podrás ver casas históricas, molinos y la iglesia más antigua de
la costa este de Estados Unidos. La atmósfera de este pueblo de raíces
holandesas a orillas del Río Hudson, es tan especial que atrajo a los
Rockefeller,
que se hicieron construir su villa campestre aquí. Esta increíble
mansión se puede visitar y es una buena idea si queréis descubrir cómo
vivía una de las familias que construyeron este Nueva York que tanto nos
gusta.
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