El aeropuerto de las Islas Langkawi os podéis
imaginar lo pequeño que es aunque sí que era moderno. Al aterrizar
te bajas del avión y entras al aeropuerto donde enseguida estás
recogiendo las maletas, todo muy rápido y efectivo. A varios pasos ya
sales de él donde nos acogieron muy amablemente dándonos un mapa de
Langkawi e folletos de información de la isla gratis y donde hay unas
taquillas para pillarte un taxi. Nosotros
nos dirigíamos a la Playa (Pantai) Cenang donde se concentra el mayor
numero de guest houses baratos. El viaje en taxi nos costó 18 RM
(1€=3.9 RM). El chófer ya nos transmitió la alegría con la que se
vive en estas islas. Nos contó que había llovido mucho estos días
anteriores y que llegábamos en el momento perfecto.
No era tan perfecto cuando nos soltó
en un hostal y nos encontramos con que todos los hostales estaban
llenos. Finalmente encontramos un guest house (Daddy's guest house)
que tenía una habitación libre, aunque creo que estaba libre por lo
mala que era: tenía mucha humedad, tanta que casi ni se podía
respirar y estaba todo muy viejo y sucio, el baño daba miedo verlo
pero era ya muy tarde y esa noche dormiríamos ahí. Esa noche pasamos
mucho calor por la humedad que había dentro pero por lo menos
encontramos cama donde poder dormir la primera noche.
A la mañana siguiente salimos a la calle y ya podíamos respirar el ambiente isleño y tropical de las islas. La sensación que estamos teniendo en Malasia es una sensación rara, Malasia no es el país desordenado en muchos sentidos como lo puede ser India o la vecina Indonesia entre otros pero tampoco es un país muy avanzado (exceptuando KL) Esta es una sensación nueva para mí pero me gusta y hace que me sienta cómodo, poco a poco le estamos cogiendo el punto al país.
Fuimos a desayunar y enseguida fuimos a hablar con el dueño del Daddy's guest house para darle una solución: o nos daba una habitación mejor o nos íbamos a buscar otra por ahí. El reconoció que la habitación daba pena y al parecer tenía unas casitas de madera en otro lugar llamado Daddy's guest house 2. La habitación era mucho mejor, más limpia, sin humedad y con un buen cuarto de baño para nosotros. El precio nos lo dejó increíblemente por el mismo precio que la anterior habitación: 40 RM.
A la mañana siguiente salimos a la calle y ya podíamos respirar el ambiente isleño y tropical de las islas. La sensación que estamos teniendo en Malasia es una sensación rara, Malasia no es el país desordenado en muchos sentidos como lo puede ser India o la vecina Indonesia entre otros pero tampoco es un país muy avanzado (exceptuando KL) Esta es una sensación nueva para mí pero me gusta y hace que me sienta cómodo, poco a poco le estamos cogiendo el punto al país.
Fuimos a desayunar y enseguida fuimos a hablar con el dueño del Daddy's guest house para darle una solución: o nos daba una habitación mejor o nos íbamos a buscar otra por ahí. El reconoció que la habitación daba pena y al parecer tenía unas casitas de madera en otro lugar llamado Daddy's guest house 2. La habitación era mucho mejor, más limpia, sin humedad y con un buen cuarto de baño para nosotros. El precio nos lo dejó increíblemente por el mismo precio que la anterior habitación: 40 RM.
La razón de que todo estaba lleno es
que es tiempo de vacaciones en Malasia, los meses de noviembre y
diciembre son meses de vaciones para los niños malayos y a eso hay
que sumarle las vacaciones que se toman los indios por el
Diwali/Deepavali.
Pantai Cenang
Después de arreglar lo del guest house
y dejar todas nuestras cosas en nuestra nueva habitación nos fuimos
de verdad a ver la playa. Sentía mucha curiosidad y no me podía
imaginar que a pocos metros tenía una playa paradisiaca. Era de
verdad, una playa de arena blanca con el color del mar verdoso, con
islas en el horizonte, un sol radiante y con muy poca gente. Desde
ese momento ya sabía que me iba a quedar más de los 3 días que
teníamos pensado. Estaba en el paraíso y quería estar lo máximo
posible y eso que todavía no había visto nada.
Nos pateamos la playa de un lado a otro y nos dimos nuestro primer baño tan esperado, el agua era caldo de puchero, tan caliente que hasta resultada desagradable, algo muy raro para mí.
Nos pateamos la playa de un lado a otro y nos dimos nuestro primer baño tan esperado, el agua era caldo de puchero, tan caliente que hasta resultada desagradable, algo muy raro para mí.
Aunque la playa es bonita por sus
vistas también hay que decir que los resort estropean un poco el
paisaje. Este día lo pasamos vagueando por la playa y disfrutando de
la maravillosa puesta de sol que cada día regala esta isla.
El segundo día lo empezamos muy
temprano ya que a las 9 de la mañana nos recogían para hacer un tour
en barco de 4 horas por las islas pequeñas de Langkawi y antes
queríamos desayunar. El precio del tour fue de 25 RM (unos 6€) por
persona. El minibus vino puntual y nos recogió junto a otro grupo de
3 malayos que también estaban de vacaciones. Nos dejaron en un lugar
de donde salían todos los barcos a hacer lo mismo. Lo nuestro era una
lancha donde cabíamos 8 personas, nosotros 2, los 3 malayos y otros 3
chicos que no teníamos ni idea de dónde eran.
El tour empezó mal, la lancha no tiraba, después de un rato el motor empezaba a pitar, yo creo que se calentaba o algo. Por el camino vimos algo curioso: una isla que tiene forma de mujer embarazada, en la siguiente foto se puede ver bien la cabeza a la izquierda, los pechos, la barriga y hasta sus pies.
Felizmente trozo a trozo llegamos a la isla Dayang Bunting donde teníamos una hora de tiempo para darnos una vuelta por el interior de la isla. Dentro hay una laguna preciosa donde nos podíamos bañar y disfrutar de sus vistas. La isla está llena de monos por todos sitios.
El tour empezó mal, la lancha no tiraba, después de un rato el motor empezaba a pitar, yo creo que se calentaba o algo. Por el camino vimos algo curioso: una isla que tiene forma de mujer embarazada, en la siguiente foto se puede ver bien la cabeza a la izquierda, los pechos, la barriga y hasta sus pies.
Felizmente trozo a trozo llegamos a la isla Dayang Bunting donde teníamos una hora de tiempo para darnos una vuelta por el interior de la isla. Dentro hay una laguna preciosa donde nos podíamos bañar y disfrutar de sus vistas. La isla está llena de monos por todos sitios.
Después de una hora nuestro chófer nos recogió en el mismo sitio que nos dejó. Parecía que la lancha ya tiraba bien y no se paraba. Esta vez paramos cerca de otra isla donde se encuentran las famosas águilas de Langkawi y donde nuestro chófer roció comida al mar para que las águilas vinieran a comer. Había bastantes águilas sobrevolando nuestras cabezas pero solo una se lanzó a por algo de comida. Creo que ya habían comido suficiente de otros barcos, al parecer esto de "eagle feeding" no es bueno para el futuro de estas águilas ya que se dice que se están haciendo un poco dependientes de los barcos que vienen a darles de comer, perdiendo habilidades para la caza.
La tercera y última parada fue en otra isla llamada Baras Basah. Llegamos a su playa paradisiaca y nos tiramos al agua de cabeza desde la lancha. La isla es preciosa y nos podíamos quedar una hora en ella para bañarnos, dificil explicar la belleza con palabras, las fotos hablan por si solas.
A la vuelta nos llevaron con el minibús de vuelta a la playa de Cenang donde tenemos el guest house. Decir que el transporte del minibús estaba incluído en el precio. Este tour es algo que hay que hacer obligadamente si vienes a esta isla, lo disfrutamos muchísimo.
El resto del día vagueamos más por la
playa de Cenang donde se está realmente bien y donde la sensación de
vacaciones es total. En nuestra casita del guest house hicimos dos
amigos, dos gatos pequeños que cada vez nos esperaban en la puerta
para ser acariciados. Cuando salimos ya los echábamos un poco de menos.
La isla de Langkawi es mucho más que
la playa de Cenang, también es mucho más que playa y es por eso que
alquilamos una moto para dos días y así poder explorar a nuestro
ritmo la isla por su interior y por sus demás playas que no faltan
por aquí. El primer día conseguimos una moto por 18 RM = 4,5€, el
truco del precio era que solo se alquilaban a este precio para las
dos primeras motos del día.
Mapa de Langkawi |
Nosotros siempre queriendo ahorrar nos
despertamos temprano y nos pusimos a desayunar al lado de la tienda
de las motos y así poder controlar un poco que nosotros fuéramos
quien consiguiera una de las dos primeras motos. Y así fue, cogimos
la moto y nos fuimos de ruta. La moto era malilla pero decente como
para dar la vuelta a la isla.
Conducir una moto en Langkawi es fácil
y no hay mucho tráfico a no ser que vayas a Kuah que es la capital
de la isla. El único problema que encontré fue el acostumbrarse a
conducir por la izquierda; por lo demás los malayos son bastante
respetuosos a la hora de conducir y no pitan apenas lo cual no te
provoca mucho estrés a la hora de conducir.
.
La primera parada fue el Oriental
Village, nos imaginábamos que fuera un pueblo típico de la isla o
algo por el estilo pero era solamente un lugar artificial todo lleno
de tiendas, turístico 100% que han montado alrededor del teleférico
que te lleva hasta las alturas y al puente colgante. El teleférico
estaba todo lleno así que decidimos subirnos más tarde, al
atardecer.
Oriental Village |
Cerca de aquí están las
7 wells (Pozas) y sus cataratas a las que se llega rápido y fácil
saliendo desde el Oriental Village, subimos unas escaleras
interminables donde se pasa mal con el calor, menos mal que hay
bancos por el camino para descansar. Arriba cuando llegamos nos
metimos en las frescas aguas del río, en una de sus 7 pozas donde te
puedes meter muy facilmente. Se agradece el agua fresca porque en el
mar de aquí está el agua caliente. Si le echas valor, te puedes
deslizar de una poza a otra aunque hay que tener bastante cuidado.
Desde la zona de las pozas se puede ir
por un sendero estrecho hasta la cima de una montaña. Nosotros
empezamos a subir por en medio de la jungla por un camino que estaba
lleno de obstáculos, mayormente arboles caídos que tienes que
saltar para seguir el camino. Cuando llevabamos unos 20 minutos
andando el cielo empezó a tronar y a cubrirse así que decidimos
volver por precaución, en mitad de la jungla con un tormentón como
que no lo queríamos vivir...
Al bajar nos acercamos a la catarata
bastante espectacular pero estaba lleno de gente bañándose, al
parecer a los malayos les gusta más el agua de los ríos que estar
en la playa.
Siguiendo la carretera con la moto nos
encontramos con paisajes maravillosos y casi no había tráfico. Se
veía algún que otro guiri con la moto y algunos locales. Después
de ver alguna que otra playa se nos hizo la hora de comer pero no
había absolutamente nada, ningún restaurante o puestecillo con
comida. Vimos a dos locales en moto a los que preguntamos dónde
podíamos comer algo. Nos explicaron el camino pero al final dijeron
que les siguiéramos que nos llevaban. Nos llevaron a una zona
residencial o no sé que era donde había un restaurante familiar.
Los dueños no hablaban ni una palabra
de inglés, menos mal que había una pareja de jóvenes que nos hizo
de intérprete. Comimos probablemente el mejor plato en lo que llevábamos en Malasia, arroz con una especie de sopa agridulce con
pollo que nos costó 2€ los dos juntos. También nos dieron agua
pero el agua estaba asquerosa no sé que tenía pero para mí que
sabía a arroz, menos mal que era gratis, no sé como se lo pueden
beber.
Vistas que vimos por el camino |
Fuimos a otra catarata preciosa
(Temurun waterfall) donde nos quedamos un buen rato y ya cogimos el
camino de vuelta a casa, pasando por otra playa paradisiaca (Pantai
Pasir Tengorak).
Temurun waterfall |
Pantai (Playa) Pasir Tengorak |
Decidimos ir de nuevo al teleférico
para subirnos, pero cuando llegamos nos encontramos con un cartel de
que el puente colgante estaba cerrado por reformas ya que se
encontraba en una situación arriesgada para los visitantes. Por esa
razón decidimos no subir y ahorrarnos los 30 RM que costaba ya que
pensamos que no nos merecía la pena ir para unas vistas si no
podíamos ir al puente colgante tan especial, fue una pena no poder
verlo.
En el camino al guest house vimos
también una laguna con vistas preciosas y unos campos de arroz donde
hicimos algunas buenas fotos.
Al siguiente y último día en moto nos
fuimos a otra parte de la isla. Este día fue más de playas. Salimos
directamente al norte de la isla a la playa llamada Tanjung Rhu donde
no había nadie, solo vimos a algunos extranjeros pero poco más.
Pantai (Playa) Tanjung Rhu |
Esta playa estaba algo sucia con bastante plástico que vendría del
mar pero la playa era grandísima y nos fuimos andando al otro lado
que estaba mejor donde de repente vino alguien a decirnos que no
podíamos seguir porque esa parte de la playa era privada del resort.
Se notaba porque se veía que estaba más cuidada, una pena aunque
justo donde nos paró nos quedamos a bañarnos un buen rato.
La siguiente parada fue la Black Sand
Beach que era simplemente una playa con arena negra que no tenía
mucho más, cerca si había como un pueblecito pesquero.
Era pequeña y no invitaba a meternos en el agua. Salimos
pronto para ir hacia otras cataratas aunque de camino nos encontramos
los hot springs, un lugar con aguas termales naturales que según los
carteles tienen propiedades curativas y en los que podías entrar
gratis aunque con el calor que hacia no apetecía mucho meterse en
agua muy caliente, metimos los pies sufriendo de calor pero pensando
que nos haría bien, supongo.
Las cataratas Durian Perangin Waterfall
son muy bonitas, una pena que había un grupo de chinos que la
ocupaban y no pudimos disfrutarlas para nosotros solos aunque nos
echamos una pequeña siesta con el sonido de las cataratas y de la
naturaleza, ahí se estaba bastante fresquito.
Durian Perangin Waterfall |
Por último y aprovechando los últimos
momentos de la moto nos fuimos a Kuah donde hay mucho más tráfico.
Preguntando varias veces llegamos al Eagle Square donde hay una
estatua del águila que se ve por estas islas. La plaza es bonita y
hay vistas al mar. Se puede venir facilmente en moto a visitarla,
cerca también puedes encontrar centros comerciales e ir a comer en
uno de sus muchos restaurantes. Por lo demás Kuah no tiene más que
ver.
Eagle Square |
Vistas desde el Eagle Square |
Como veis, la isla no es solo ir de
playa si no que te encuentras con muchas otras maravillas de la
naturaleza y merece mucho la pena ir con moto para ir a tu ritmo
visitando cosas.
El siguiente día teníamos que salir
en ferry a las 5 de la tarde hacia George Town en un viaje que
dura 3
horas. Los tickets salen bastante caros (60 RM) pero yendo por tierra
en autobús y cogiendo otros dos ferries salía solo un poco más barato
pero era mucho más tiempo y esfuerzo. Pensamos que lo mejor era el
ferry directo aunque nos doliera en los bolsillos. Nos despedimos del
daddy de Daddy's guest house quien nos ayudo en todo lo que estaba en su
mano.
Daddy |
En el trayecto del
ferry vimos probablemente el mejor atardecer que hemos visto jamás,
fue realmente precioso y fue una gran entrada en una isla a la que
teníamos muchas ganas, Penang.
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