El aeropuerto de KL es el más moderno
que he visto hasta ahora, al salir del avión nos teníamos que subir
en una clase de tren que nos llevaba al control de pasaportes y
recoger las mochilas. Utilizamos la forma más barata para llegar al
centro de KL y esa es la del autobús que cuesta 10 RM (1 € = 3.9
RM). Uno de los momentos que más me gustan de viajar es la primera
impresión que te da al salir a la calle y ver que todo lo que está a
tu alrededor es diferente, con diferentes personas de a lo que estás
acostumbrado. Una vez que nos dejaron en Chinatown no tardamos mucho
en encontrar un hostal, al segundo que preguntamos entramos, precio
(36 RM) habitación doble sin baño.
Nos dimos una vuelta por Chinatown que
es uno de los barrios más vivos de la ciudad, con sus mercados, su Petaling street, sus restaurantes. Por el camino nos encontramos con que unas personas estaban
regalando comida en la calle, arroz con pollo y curry y bebida, no se si fue buena idea para el estomago pero estaba bueno, el
viaje empezó económico.
Visitamos también Merdeka Place por casualidad, una de los lugares mas famosos de Kuala Lumpur que tiene unos cuantos edificios muy bonitos.
Estábamos con el jetlag y mientras en Malasia eran las 13h para nosotros eran las las 6h de la mañana sin haber dormido mucho así que nos fuimos al hostel a dormir unas horas, un lujo que nos podemos permitir al disponer de tiempo de sobra. Después de la siesta lo teníamos claro, queríamos ir directamente a las torres Petronas, sin conocer muy bien las distancias nos fuimos a pie aunque por el camino nos dimos cuenta de que no era la mejor opción pues está bastante lejos de Chinatown. Las Petronas es uno de esos edificios que representan a un país o ciudad, el edificio bandera que sale en todas las fotos de quienes visitan el lugar, no podíamos esperar mas.
Por el camino nos cayó una de esas
tormentas tropicales que parece que se va a inundar todo pero que al
final no dura mucho. Por las calles dirección a las Petronas se veía
que la ciudad es una ciudad muy moderna, más de lo que me imaginé,
el trafico es ordenado y las calles están bastante limpias para ser
el sudeste asiático. Cuanto más nos acercábamos a las Petronas, más
moderna se volvía la ciudad. Ya en las Petronas nos hicimos las
fotos típicas, era por la noche y las Petronas se vuelven preciosas
con su iluminación tan especial, subir es una locura de precio y
queda fuera de nuestro presupuesto así que nos conformamos con verlas
por el exterior. Alrededor de las Petronas hay un parque que tiene unas
fuentes que suben y bajan con la música y juega con los colores, nos
quedamos viéndolas un buen rato. A las Petronas sí se podía entrar al
interior donde hay un
centro comercial donde comimos una sopa y un arroz con pollo de los
mas buenos que comí jamas, estaba todo lleno de restaurantes donde
podíamos comer mucho por unos 2 € por persona.
También cerca de estas dos zonas se encuentra la mezquita nacional Masjid Negara y otros edificios del estilo islámico como el museo de artes islámicas entre otros, un lugar que hay que visitar si o si en KL.
Batu Caves
Utilizamos el tren en Chinatown para ir
a KL Sentral (1RM) y desde allí cogimos otro hasta Batu Caves que nos
costó sorprendentemente 1RM y era mucha mas distancia que el primero
que cogimos. El tren estaba lleno de indios, se celebraba el
Deepavali también conocido por Diwali que es como para nosotros la
navidad o eso me dijo uno de ellos, todos vestían con su mejor traje
o vestido, la forma de vestir de los indios en fiestas me parece muy
elegante.
Alrededor de las cuevas hay varios
templos hindúes que forman parte de la visita a estas cuevas.
Junto en la entrada de las cuevas hay una estatua dorada enorme de Lord Subramaniam, se puede entrar gratuitamente y son unos casi 300 escalones en los que se suda la gota gorda, cerca también están los Dark Caves que cuesta unos 30 y pico RM asi que decidimos no entrar en ellas.
Las Batu Caves son muy amplias y en su interior hay varios templos hindúes, es bonito aunque no se necesita mucho tiempo para verlas, son como tres zonas, en la ultima zona es donde te encuentras a los monos, a los que ceban a plátanos para hacer unas fotos, yo me aproveché y saqué unas cuantas...
Junto en la entrada de las cuevas hay una estatua dorada enorme de Lord Subramaniam, se puede entrar gratuitamente y son unos casi 300 escalones en los que se suda la gota gorda, cerca también están los Dark Caves que cuesta unos 30 y pico RM asi que decidimos no entrar en ellas.
Las Batu Caves son muy amplias y en su interior hay varios templos hindúes, es bonito aunque no se necesita mucho tiempo para verlas, son como tres zonas, en la ultima zona es donde te encuentras a los monos, a los que ceban a plátanos para hacer unas fotos, yo me aproveché y saqué unas cuantas...
Cerca del Batu Caves había una carpa enorme donde daban comida gratis y donde había música en directo, una fiesta a la que nos acoplamos rápido, todavía tengo la cancioncilla que ponían una y otra vez en la fiesta. Justo donde estábamos sentados (junto a otros indios) vinieron con una cámara y se pusieron a grabar en directo para la televisión malaya, el presentador estaba hablando de la fiesta (supongo) y entrevistando a alguien, al parecer eran muy famosos porque todo el mundo le hacia fotos y les pedía autógrafos, nosotros estábamos en el background y nos enfocaron unas cuantas veces con la cámara, asi que seguramente hemos salido en la televisión jaja.
Otro de los lugares que hay que visitar si o si en KL es la zona del Golden Triangle, sin duda la parte mas moderna de la ciudad, tan moderno que quedé impresionado y me hizo imaginar que estaba en una calle de Tokio, con sus edificios tan altos, sus pantallas gigantes por la calle, sus tiendas de lujo y centros comerciales, el monorail que sobrevolaba la zona. Subir al monorail es otra de las experiencias que recomiendo hacer encarecidamente. Aquí nos dimos cuenta de que apenas habían indios y parece que es donde se meten todos los malayos, leí que en Malasia mas o menos un 8% de la población es india, me pareció muy poco ya que en la zona de Chinatown solo veíamos a indios pero si vas mas al centro te das cuenta de donde se meten todos los malayos.
En Central Market de Chinatown tuvimos nuestra primera experiecia metiendo los pies en una piscina llena de peces que te comen la piel muerta, solo eran 5 RM para 10 min, fue muy dificil al acostumbrarse porque te hacen muchas cosquillas y parecen que los peces no han comido en un mes, van todo como zombis a tus pies dandote bocados por todos sitios, al principio cuesta muchisimo meter los pies pero al cabo de un rato te vas acostumbrando, nos dejaron los pies impecables, nunca habia tenido los pies tan lisos en mi vida.
El ultimo día en Kuala Lumpur fue muy tranquilo, por la mañana nos fuimos al Imbi Market a desayunar, nos costó encontrarlo porque en la lonely planet no vienen muy bien señalado aunque si que lo ponen entre los highlights. Una vez allí vimos que había muchísima gente desayunando, nosotros no teníamos ni idea que pedir y cogimos como de un buffet un poco de cada cosa, la mitad no teníamos ni idea de que era, quizás comimos rata o perro pero eso nos da igual, el caso es que estaba bueno.
Nos sentamos junto a un hombre malayo con el que estuvimos un buen rato hablando, a la conversación se acoplo un amigo suyo. Nos recomendó platos típicos del pais y nos invito a los rollitos de primaveras malayos que son bastante diferentes a los chinos, estaba realmente delicioso. Nos contó que mucha gente va siempre al mercado a desayunar y que los fines de semana es casi imposible pillar mesa, también nos contó que había un gran proyecto de la ciudad con el que van a quitar el mercado de este lugar donde lleva mas de 50 años pero que lo intentaran poner en algún otro lugar, como veis el crecimiento de esta ciudad va a pasos agigantados. De la gente malaya decir que son adorables y simpáticos y que no tienen ningún problema en echarte una mano si la necesitas, no son pesados para nada con el dinero ni meten presión para venderte como en otros países, eso es algo que se agradece de un pais y que hay que tener en cuenta a la hora de viajar.
Con la barriga a reventar nos fuimos de
nuevo a las Petronas, lo hicimos por un pasadizo en alto que va por
mitad de la calle donde tienes aire acondicionado, kilómetros de
pasadizo que te libran de darte un paseo bajo el calor que suele
hacer por aquí, otra de las modernidades de la ciudad. En las
Petronas aprovechamos para darle un ultimo vistazo de día ya que solo
estuvimos el primer día por la noche.
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