domingo, 31 de agosto de 2014

Colonia, Alemania: Su increible arquitectura

Colonia fue la ciudad que nos llamó, cuarta ciudad mas grande de Alemania y la más popular del oeste del país germano, antes de volver a casa pasamos también por la capital de la región, la cosmopolita Dusseldorf.


Dom (Catedral) de Colonia




Teníamos un fin de semana largo con un lunes festivo, era el día nacional de Bélgica que en realidad cayó en sábado y lo pasaron al lunes, por mi perfecto. Fuimos en coche con todas las cosas necesarias para hacer camping, un camping que buscamos online antes de salir y que era el camping de la ciudad, "campingplatz der stadt", el más barato y cerca, a las orillas del gran río Rin. No fue ningún problema llegar al camping aunque tuvimos que ayudarnos un poquito con el gps. El recepcionista hablaba español, al parecer suelen ir bastantes caravanas españolas a este camping pero me contó que últimamente no venían casi, supone que por la crisis. Yo lo supongo también, la crisis está haciendo mella y los españoles cada vez estamos más obligados a quedarnos en casa... una pena, yo por suerte o desgracia tengo que vivir en Amberes lo que me está permitiendo ver lugares como este con más facilidad.

Mapa de Colonia

Parcela para la tienda de campaña, coche y dos personas, 25 € con fuego para cocinar incluído. Para las duchas había que echar 50 céntimos para 5 minutos, suficiente. No es de los campings más baratos pero si que es mucho más barato que ir de hoteles. Además que estar de camping siempre te da una sensación diferente de vacaciones que nos encanta. Lo malo fue que coincidió con un festival gótico en Colonia al parecer muy importante ya que había góticos de muchos países. El camping estaba repleto de ellos, todos con esa ropa característica, pintados y con sus pelazos. Alguno daba mucho miedo aunque no tuvimos ningún tipo de problema con ellos, había buen "rollito".



Después de montar la tienda de campaña en 2 segundos literalmente (Quechua de mi vida) y descansar un ratito de estar en el coche casi 3 horas que duró el viaje desde Amberes, decidimos irnos al centro de la ciudad que pillaba a unos 6 km más o menos. Pedimos un mapa (1€) a la otra recepcionista a la que hablé en inglés y me respondió en alemán. No nos podíamos entender así que le dijimos "chuuuussss" (adiós)  Para averiguar cómo llegar al centro en transporte público nos las tuvimos que apañar, en otras palabras: nos fuimos a pie... Nos vino bien para visitar los monumentos que había por el sur de la ciudad que nos marcaba el mapa pero fatal para nuestras piernas a las que maltratamos antes de tiempo. Eran ya las 4 o 5 de la tarde y estábamos hambrientos. Nos metimos en el primer restaurante barato que encontramos, comimos un plato de pasta con goulash y otro a la boloñesa (5€ el plato).

La mayor parte del camino lo hicimos siguiendo el río Rin que tiene unas vistas bonitas. Avanzamos hasta que nos metimos más en ciudad y vimos algunas iglesias y trozos de muralla como también conocimos su arquitectura, comportamiento de los alemanes, idioma y cosas curiosas que cada país nos ofrece. Cada país tiene sus costumbres y siempre hay cosas que te sorprenden si no has estado antes en el país (o muy poco) como por ejemplo los semáforos, que tienen dos muñecos rojos y uno verde. Todavía nos preguntamos el porqué, si alguien me lo aclara se lo agradecería.

Semáforo con dos muñecos rojos

Otra cosa fue la cantidad de alemanes, mayormente masculinos, que llevaba una cerveza en la mano por la calle, casi siempre de medio litro, cosa que no había visto en ningún otro país, no sé si es legal en Alemania beber alcohol en la calle pero si no lo es, se lo pasan por el forro. Quizás tiene que ver que era sábado...

El objetivo del día era llegar al menos hasta la gran catedral, símbolo de la ciudad que ya se podía vislumbrar desde la lejanía, dejando la parte norte para el día siguiente. Avanzamos siguiendo los puntos de interés, más iglesias, puertas romanas, esculturas que siempre gusta ver de cada ciudad y Colonia tiene para dar y regalar, más de lo que me esperaba. Sacamos fotos de todo.

Severinstor en la plaza Chlodwig

Urlepforte


Llegamos a la calle de las tiendas que como no podía ser de otra forma era donde se concentraba casi toda Colonia, aquí a diferencia de Bélgica las tiendas cierran a las 8 y no a las 6 algo que todavía no me acostumbro de Bélgica.

Tras un par de calles llenas de tiendas y de dunkin donuts llegamos a la impresionante catedral del estilo gótico del que se dice que es el monumento más visitado de Alemania, de esos monumentos que te quitan el hipo si lo tuvieras y que te quedas embobado mirándolo de arriba abajo. Demasiado grande para mi cámara, más que difícil captar la catedral entera en una foto. Cerca de la catedral y a ras de suelo hay una réplica de la cúspide con lo que se puede observar mejor no dejándote el cuello intentando ver la de la misma catedral.
Catedral de Colonia

Catedral de Colonia
En su interior había como una ceremonia y al entrar te regalaban una vela para ponerla. La cola era gigante y estuvimos un buen rato para poner la vela, leimos en un papel que se hace el primer sábado de cada mes. Al poner la vela coges un papelito de una cesta con una frase. Era bonito con la luz de las velas y la música en directo de un chica que cantaba como los ángeles.

Catedral de Colonia al  fondo

Fuimos hacia el río a una calle que está lleno de bares y la cual parece la zona de marcha de Colonia centro. Cerca está la plaza Vismarkt muy acogedora donde hay muchos bares con terrazas donde puedes tomarte una buena birra alemana. Yo como siempre me pedí una del lugar, una Reissdorf Kölsch, no es gran cosa, acostumbrado a la cerveza belga el nivel lo pongo muy alto. Cerca de nosotros había un alemán con el que empezamos a hablar, resulta que era un hombre de unos 45 años que había hecho 600 km en bicicleta desde la otra punta de Alemania y esta era ya su última parada antes de volver, ole por él, yo no podría.



Parece que la cerveza nos dio energías para seguir nuestro camino y fuimos a ver un par de cosas más por el río como un mirador con unas vistas preciosa con ya todo iluminado; Cerca se encontraba el museo del chocolate que estaba cerrado porque era ya tarde.

Vistas del río Rin

St Maria in Lyskirchen

Para volver al camping no íbamos a andar todo lo que andamos para venir, estábamos con las piernas rotas así que cogimos un autobús de vuelta preguntando a algunos alemanes que estaban en la parada que más tarde nos ofrecieron llevarnos de fiesta por la ciudad. Tuvimos que decir que no, no podíamos con nuestra alma. Al parecer nos lo dijeron mal y tuvimos que bajar para coger otro que también nos llevo a donde no queríamos. Finalmente cogimos dos tranvías más para llevarnos cerca del camping fue toda una odisea llegar, ya solo quedaba cruzar el río a pie. Me sorprendió el nivel de inglés de los alemanes de los cuales no me esperaba que lo hablara tanta gente. Ya en el camping poco mas podíamos hacer que dormir y reponer fuerza (piernas).

 

Hohenzollernbrücke  junto a la catedral

Nuestro segundo día en Colonia despertamos en el camping con un día soleado, desayunamos con comida que nos trajimos de casa y comimos en unas mesas que tiene el propio camping donde también tienen fuego para cocinar gratis y donde lavar los platos. Cogimos el coche para aparcar cerca del centro ya que era domingo y aparcar domingos también sale gratis por aquí.
Fuimos por el otro lado del río hasta llegar a un parking que estaba justo al otro lado del famoso puente de Colonia el Hohenzollernbrücke, y no es otro que el puente de los candados: un puente que pasa por encima del río Rin y que es sin duda un must see de esta ciudad por su originalidad. Visitar Colonia significa ver la catedral, el ayuntamiento y este puente como principales atracciones.


Vistas desde el otro lado del Rin
Puente de los candados
Candados en el puente Hohenzollernbrücke

Es un puente que tiene una reja a lo largo de todo el puente la cual está llenísima de candados donde las parejas que quieren "guardar bajo llave" su amor pueden poner un candado en esa reja con sus nombres y la fecha. Sin duda algo romántico para hacer con tu pareja, sería buen destino para un 14 de febrero y volver después de unos cuantos años para comprobar si todavía sigue allí.



Mas candados

Guardian del puente


Se pueden ver miles de candados de todo tipo y con nombres de todo el mundo de fechas de hace mucho tiempo. El puente en si también es muy bonito con dos jinetes que vigilan las salidas. Cruzando el puente llegas directamente al centro y sales directo a su catedral. Seguían habiendo cientos de góticos por las calles de Colonia debido al festival, fue todo un espectáculo ver sus atuendos. Algunos parecían salidos de una película de terror, creo que esa es la intención.

Góticos listos para el festival
Saliendo del puente te encuentras con la catedral
Tras estar un rato por las plazas que hay alrededor de la catedral empezamos una ruta desde la catedral misma para ver la parte norte que nos quedaba pasando por los puntos de interés que estaban en el mapa.



Una ruta donde vimos cosas como la iglesia St Andreas, una torre romana, muralla de la ciudad. Pasamos por una plaza diferente, donde están los edificios más altos y modernos de la ciudad, en especial un edificio que es gigantesco donde se reflejan imágenes de la catedral y donde se encuentra el parque Mediapark. Por aquí cerca también se ve la torre de comunicaciones de unos 260 metros de altura, todo un espectáculo visual. Nosotros la vimos desde esa plaza y seguimos nuestro camino.


Torre de comunicaciones de Colonia
Arte urbano en Colonia
No me pongas los cuernos !!
Plaza de Mediapark
Pateando llegamos hasta una de las iglesias que más nos sorprendió, St. Agnes de la que por el mapa no se esperaba gran cosa pero al verla te sorprende por su tamaño y estilo. Se encuentra en la Neusser Platz un poco alejada del centro.

Iglesia St Agnes
Volvimos a pie a los aledaños de la catedral donde nos comimos unas salchichas gigantes alemanas (no penséis mal) y unos dulces en forma de lazo que se suelen comer por aquí y que estaban buenísimos, es difícil no comprar porque los veíamos por todos lados.



Fuimos a una placita (Kardinal Hoffner-Pl) con bancos (perfectos para echarte un rato) que hay al lado de la catedral donde hay más tranquilidad y echamos una pequeña siesta que nos vino de maravilla para seguir toda la tarde.

Catedral de Colonia
Interior de la catedral de Colonia

La próxima visita iba a ser su viejo ayuntamiento, uno de los edificios más bonitos de Colonia (Por no decir el que más) y el más antiguo del país, del estilo gótico que está adornado con múltiples figuras. El edificio fue gravemente dañado en la segunda guerra mundial pero se ha ido restaurando quedando perfecto. Su balcón es donde se hacían los comunicados al pueblo por aquel entonces y es para mí la verdadera joya arquitectónica del edificio. Una pena porque estaba cerrado (Abren de lunes a viernes) pero al menos pudimos disfrutar su fachada. Por cierto por este lugar me encontré con el nombre de esta calle, que cada uno saque sus conclusiones.


Ayuntamiento viejo de Colonia
Torre del viejo ayuntamiento


El cuerpo lo pedía, hacía calor y había sed así que nos compramos una de esas cervezas de medio litro que venden en muchos sitios y nos la bebimos en la calle. Esta vez elegimos otra marca que la del día anterior pero también cerveza de Colonia, mucho más barato que bebértela en un bar... una de nuestras formas de ahorrar.

Cerveza Früh de Colonia

Cerca se encuentra otro de los edificios fuertes de Colonia, el Groß St Martin basílica que ya vimos de refilón el día anterior, también destruida en la segunda guerra mundial (¿Quedó algo en pie?) No hace mucho allá por el año de mi nacimiento se abrieron de nuevo las puertas después de su restauración. Sin duda otro de los símbolos e imágenes de la ciudad. Junto a las casas de colores hacen una bonita estampa desde el Vismarkt.

Groß St Martin
Detalles del Groß St Martin

Interior del Groß St Martin


Tras estar un rato por las orillas del Rin, que estaba plagado de alemanes tostándose al sol, y dar otro paseo por el puente de los candados para volver al coche, volvimos al camping para cenar allí.



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