No había oído hablar mucho de estas islas pero me llamaron la atención viéndolas en el mapa así que busqué información y me creo unas ganas gigantes de venir.
Salimos a eso de las 7 y media de la mañana, a mi personalmente me gusta conducir temprano y ver el amanecer conduciendo es una sensación que me encanta.
Llegamos a Den Helder y aparcamos cerca de la entrada para subir al barco. El paisaje que hay entre Alkmaar y Den Helder es muy bonito, se veían las típicas cosas holandesas, molinos de agua, casitas, ovejas, vacas. Si alguien quiere ver la verdadera Holanda que se acerque por esta zona.
El barco cuesta unos 2,50 € ida y vuelta y todo esta muy bien arreglado, muy nuevo y bien cuidado. El viaje es corto pero es bonito asomarse por el barco y ver el paisaje, el día era soleado aunque hacia frío con la brisa que hacía.
Una vez en la isla al bajarte del barco esta el autobús esperando para ir a donde quieras. Nosotros nos dirigíamos a De Koog al noreste de la isla que es donde teníamos en hotel reservado pero antes hicimos una parada en Den Burg que es digamos la "capital" de la isla que se encuentra en el centro de esta. Realmente paramos porque íbamos a comprar una bebida típica que solo se vende aquí, el nombre es Juttertje y es como una especie de licor bastante fuerte, un compañero de mi trabajo me pidió que le comprara un par de botellas y yo aproveché para comprar una para nosotros. Ya que estábamos ahí nos dimos una vuelta, es un lugar que vive del turismo sobre todo holandés y alemán y es un rincón muy acogedor.
Volvimos a coger el autobús y fuimos directos a De Koog... el autobús era lo que mas nos dolió del viaje, 2,90€ por ticket y nosotros al parar en Den Burg y luego al volver a cogerlo para ir a De Koog nos hicieron pagar otra vez! 5,80€ a cada unos nos costo llegar. Increíblemente caro.
El check-in del hotel no se podía realizar hasta las 15h00 así que nos fuimos con las mochilas directamente a andar por la playa, esta isla esta lleno de senderos tanto para las bicicletas como para las personas todo muy bien señalizado.
La playa es grandisima y puedes estar horas y horas andando sin llegar a ningún sitio.
Aquí nos sentíamos de verdad en plena naturaleza con las playas y las dunas al lado. Un buen sitio para relajarse y disfrutar del mar. Antes del check-in fuimos a comer al pueblo que es también bastante turístico con muchos restaurantes y tiendas.
El hotel nos costó 35€ la habitación doble, aunque no tenia ningún lujo estaba todo muy limpio y para nosotros es mas que suficiente. Es difícil encontrar hoteles así de baratos en Holanda. Después de haber estado 3 meses en guest houses baratos en la India ya todo nos parece de lujo.
Andando por las dunas nos encontramos con muchísimos conejos en libertad y algunos faisanes, estos son muy asustadizos y me costó mucho sacarle alguna foto medio en condiciones, el objetivo de mi cámara no da mucho de si y tenia que acercarme, a uno de ellos le pude acorralar y le pude hacer una foto, luego pegó un vuelo que paso muy cerca y casi se choca con mi cara!
El atardecer fue espectacular y disfrutamos mucho de las vistas aunque el frío aumentaba a la vez que se iba la luz.
Al día siguiente fuimos a Ecomare en una bici tandem (11€ día) que es para dos personas a la vez, nunca lo había hecho, al principio es difícil pero una vez que le cojes el truco es muy divertido.
Ecomare es un centro de rehabilitación de focas y leones marinos entre otros animales que llegan a la isla, además es un museo de la isla en sí. La visita nos encantó ya que pudimos ver de muy cerca a varios tipos de focas, leones marinos y una especie de delfín que estaban en diferentes "piscinas" muchas eran ciegas y se podía ver por el color de sus ojos, daban un poco de miedo. Las focas me recuerdan mucho a los perros pero en el agua, aunque sean salvajes parecen ser muy dóciles aunque no las toqué por si acaso, había un cartel que ponía que podían morder.
Luego nos fuimos al norte de la isla donde se encuentra el faro, el paseo en bicicleta era alrededor de unos 9 km y el camino era super bonito, un paisaje diferente que no había visto nunca antes. Hicimos varias paradas por el camino, una de ellas era para ver unas marismas que hay donde se ponen todo los pájaros que migran, esta isla es un paraíso para los que quieren ver pájaros y es una de las atracciones de esta isla.
Llegamos al faro y fuimos a la playa que había por allí, una playa impresionantemente grande, kilómetros de playa literalmente, me sentía como en un desierto pero de arena mojada, supongo que estaría la marea baja y por eso era todo tan extenso.
Después nos acercamos al faro el cual se puede visitar por unos 3 € o así pero como no teníamos mas tiempo decidimos irnos al hotel para coger nuestras cosas e irnos.
Fue poco tiempo para poder visitar bien la isla y nos quedamos con ganas de mucho mas quedando algunas cosas en el tintero aunque pudimos disfrutar mucho. Estoy seguro de que volveremos y de que será para estar mas tiempo.
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