domingo, 31 de agosto de 2014

Nara, Japón: Ciervos, templos y fantasía


Nara es una pequeña ciudad situada cerca de Kyoto, una ciudad que fue hace muchos años capital de Japón. Fuimos desde Kyoto haciendo antes el check-out en el hotel y dejando nuestras maletas en las taquillas de la estación central (500 yenes o 5 € mas o menos) para cuando volviéramos de Nara cogerlas e ir directamente a Tokyo.  Cogimos la JR Nara line en la que podíamos utilizar nuestro JRP, son unos 30 minutos mas o menos para llegar a Nara, también hay otra linea que te deja en una estación mas céntrica pero no entra dentro del JRP (Japan Rail Pass).





Era temprano, antes de las 10 de la mañana estábamos ya en Nara, casi todo estaba cerrado todavía, el tiempo era maravilloso una vez mas. Desde la estación puedes ir fácilmente andando hasta la zona de los templos, unos templos que forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO. Desayunamos en un McDonald que era uno de los pocos sitios que había abierto, lo recomiendo si quieres desayunar barato, un detalle que nos ocurrió en el McDonald fue que sin querer tiré mi café encima de la mesa, enseguida vino un trabajador y con una sonrisa de oreja a oreja lo limpio todo y en segundos me vino con un café nuevo gratis. El caso es que el café que se me cayó estaba casi vacío y le dije que de verdad no hacía falta, la atención y servicio de los japoneses es increíble, así da gusto.

Por el camino pasamos por la oficina de turismo de Nara donde nos dieron un mapa con las cosas que visitar, siempre nos gusta combinar con la lonely planet. Llegamos a la zona del parque (Nara Koen) donde empieza la zona de los templos y donde te encuentras con una sorpresa, ¡¡estaba todo lleno de ciervos!! Y no solo eso, ademas se dejan tocar, es mas, te acosan si te ven con comida en la mano, algo realmente surrealista. El contraste de ver una carretera llena de coches y los ciervos al lado campando a sus anchas es de verdad surrealista ¡Vaya personajes!, sin duda uno de los atractivos de esta ciudad.



Los ciervos en Nara son intocables, el parque alberga a unos 1200 de ellos que andan a sus anchas. En el pre-budismo los ciervos eran vistos como mensajeros de Dios y hoy en día se siguen manteniendo como patrimonio nacional. El parque esta lleno de vendedores donde puedes comprar unas galletas especiales por unos 150 yenes (1€ y pico) te dan bastantes galletas, recomiendo comprarlas, tienes que dosificarlas para toda tu visita, te dará mucho juego.





Seguimos nuestro camino y nos fuimos hacía el Isui-en que es un jardín zen típico japonés. Por el camino Perrine empezó a sentirse muy mal, tenía un dolor de barriga fortísimo, tanto que tuvo que vomitar en mitad de la calle, que con lo limpios que son por aquí nos dió un poco de vergüenza, creo que no la vieron, algo le sentaría mal (McDonald?), después de vomitar se puso bien de nuevo, menos mal. Antes de llegar al Isui-en vimos otro jardín, el Yoshiki-en, la diferencia es que este es gratis y en en el Isui-en hay que pagar la friolera de 650 yenes, no lo dudamos ni un momento y entramos al gratuito. No había gente y por primera vez disfrutamos de la tranquilidad y belleza de estos jardines japoneses.



La siguiente parada iba a ser el plato fuerte de Nara, ni mas ni menos que el Todai-ji, un templo que alberga en su interior a un buda gigante. El lugar es precioso y antes de llegar al Todai-ji pasamos por el Nandai-mon que es la puerta principal, grandísima y muy bonita donde puedes ver dos figuras gigantes de dos guardianes de Nio.
 

Para ver el buda gigante (Daibutsu-den) hay que comprar un ticket que cuesta unos 500 yenes, compra obligada. El templo que lo alberga es grandioso e impresionante, se dice que es la construcción de madera mas grande del mundo, ya en su interior puedes ver al buda gigante el que también se dice que es una de las figuras de bronce mas grandes del mundo.




Como podéis leer aquí todo esta a tamaño XXL. El buda no esta solo y esta acompañado de otras dos grandes figuras, nosotros los turistas solo podemos andar alrededor y los budistas pueden subir por unas escaleras mas cerca de la figura.






El itinerario seguía y después de ver tal monumento la seguíamos con una sonrisa de oreja a oreja. Muy cerca y cuesta arriba fuimos al Nigatsu-do y Sangatsu-do en un paseo muy bonito donde los ciervos seguían siendo protagonistas, el Nigatsu-do es una de las zona de templos que mas me ha gustado hasta ahora (creo que he visto demasiado poco de Kyoto) supongo que por el bonito entorno, sus vistas sobre Nara y lo autentico que me parecía. Disfruté mucho de este lugar, también digno de ver el Sangatsu-do que creo recordar que en los carteles esta con otro nombre, no os lieis.




Esta vez nos dirigimos hacia el Kasuga Taisha, un santuario muy bonito pero al que decidimos no entrar ya que se podía ver casi todo desde fuera, el camino esta decorado con cientos de "linternas" a los lados, por la noche tiene que ser precioso, si vuelvo algún día a Kyoto me acercaré por aquí por la noche. Esta zona esta lleno de templos y santuarios que no tienen desperdicio.
 

 


Descansamos por el parque en uno de sus bancos rodeados de ciervos que no hacían mas que pedir galletas, uno hasta le dio un bocado a mi sudadera como diciendo "como no me des ya veras". Cuando ven que no sueltas comida, se quedan un buen rato mirando con cara de pena y acaban por irse.




Lo último en ver y no por ello peor fue el Kofuku-ji, gratuiro que alberga dos pagodas, uno de tres pisos y otro de cinco. La pagoda de cinco pisos es la segunda mas alta de Japón, así que no te lo puedes perder. En el centro de la plaza están de obras haciendo un templo?Museo? eso no lo sé pero tiene muy buena pinta, estará listo para el 2018. Por la zona también puedes visitar el National Museul Treasure Hall que contiene variedad de estatuas y objetos de las construcciones anteriores al templo, nosotros no entramos, la entrada es de 600 yenes.

 



Volviendo al centro de Nara pasamos por la misma calle por la que vinimos, esta vez estaban todas las tiendas y restaurantes abiertos, comimos unos noodles artesanos riquísimos y vimos el verdadero ambiente de la ciudad, con calles muy acogedoras.



Otra cosa que hacer en Nara es visitar su casco antiguo pero decidimos irnos a Tokyo que era un viaje largo. Cogimos el tren que nos llevó a Kyoto donde recogimos nuestras maletas de las taquillas  (seguian ahí :) ) y cogimos el tren bala a Tokyo, esta noche dormimos de nuevo en el Kiba hotel, era lo mas fácil ya que llegaríamos tarde y ya sabíamos bien donde estaba. Reservamos esta noche antes de irnos la vez anterior.



Puedo decir que Nara ha sido uno de los sitios que mas me gustó de Japón y debe ser un "must see" si andas por Kyoto.

Fuente

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