sábado, 30 de agosto de 2014

Durbuy, Bélgica y su jardín de plantas diseñadas









Así dice la famosa versión de "J'aime j'aime Durbuy"que esta sacada de la canción con la que gano Bélgica en el año 1986 el certamen de eurovisión y que tenia como titulo "J'aime la vie". El caso es que es mas conocida la versión de Durbuy que la que gano eurovisión. Aquí os la dejo, es en plan coña pero es súper famosa por estos lares:

http://www.youtube.com/watch?v=1dhxmSKgGrI




Música aparte, el sábado 24 de septiembre decidimos ir a Durbuy que aparte de ser famosa aquí por la canción es famosa también por ser catalogada la ciudad mas pequeña del mundo, no se bien porque no esta catalogado como pueblo.

Magnifico día el que hacia y eso no lo podíamos desaprovechar después de haber tenido un verano de pena con lluvia casi a diario. Cogimos el coche rumbo a Durbuy que esta situado en el corazón de las Ardenas en Valonia, la parte francófona de Bélgica. Dos horas en coche en los que la primera hora se hace un poco pesada pero la segunda una vez que entras a Valonia el paisaje se pone mas entretenido con mucho verde y mas curvas. 
 
Abundante vegetación la que rodea a la ciudad, muy bonito. Aparcamos en las cercanías de la "ciudad" cosa que nos costo 7 € para dejarlo durante todo el día (a la vuelta nos dimos cuenta que un poco mas lejos a 500 metros mas o menos había un parking ¡gratis!). Mucho holandés y flamenco que venia también de visita, Durbuy es uno de los lugares mas turísticos de Valonia. Entramos de pleno en la ciudad y ya nos dimos cuenta de que era un lugar muy pintoresco, con calles estrechas llena de casitas cubiertas por plantas, la sensación era de estar en un sitio muy especial como si estuviera sacado de un cuento con ese paisaje y esa arquitectura.


En la plaza principal de Durbuy se encontraba la oficina de turismo de donde obtuvimos el mapa para empezar nuestra exploración por esta pequeña ciudad. Nos recomendaron alquilar una bicicleta o hacer kayak, esto ultimo ya lo hicimos el año pasado pero lo hicimos sin visitar la ciudad haciendo solo kayak durante todo el día por el rio Ourthe.



Pasamos por un museo del diamante, gratuito pero quedamos sorprendidos por lo pequeño que era, era un cuartito y lo demás era para vender. 
 
Por las calles habían varias estatuas y algunas originales como la de un niño sentado en el suelo leyendo un libro. Entramos a una pequeña iglesia bastante normalita y al lado se encontraba el gran castillo de Durbuy al cual no se podía entrar, no se si era temporalmente o si nunca se puede.





El día acompañaba y con sol todo se vuelve mas bonito. Cerca del castillo vimos que había una fuente muy alta y junto a la fuente había una formación rocosa especial.



Siguiendo el mapa cosa que era fácil en un sitio tan reducido nos fuimos directos cruzando un bonito puente que cruza el rio Ourthe al Parc des Topiaires que trata de la mayor colección de figuras hechas con plantas del mundo, había desde una mujer metida en una bañera con generosos pechos hasta dos personas haciendo kayak, una visita que merece mucho la pena hacer si vienes por aquí. El precio de la entrada es de 4€. Un paseo muy tranquilo, con bonitas vistas al rio y al castillo que predomina en el paisaje.





Volvimos a cruzar el rio pero esta vez por otro puente que nos llevaba de vuelta al centro.


Antes de llegar nos topamos por casualidad con la Micro brasserie donde hacían cerveza artesanal y que a través de un video de 5 minutos explicaban el proceso de elaboración de esta cerveza llamada Markloff la cual SOLO se puede beber en Durbuy, no perdimos la oportunidad y aprovechamos también para comer algo de la tierra acompañando a la cerveza que aparte de cosas típicas belgas también habían platos típicos de Durbuy los cuales llevaban ingredientes que se utilizan para la misma cerveza. Yo pedí una cerveza que cuesta cara (3€) pero que merece la pena, cerveza muy buena comparada con otras marcas famosas, para comer pedí algo que no tenia ni idea de que era pero era algo típico de esta tierra, me arriesgue y acerté, era huevo mezclado con bacon y harina llamado Markouff (7€) o algo así, estaba bueno.


Mi novia se pidió otro plato con pate, queso y otras cosas para el pan también con ingredientes de la misma cerveza (10€). Si venís por aquí recomiendo que comáis aquí, ya que comeréis cosas de la tierra y nos gastareis tanto como en otros restaurantes donde te dejas medio presupuesto. Recién comidos queríamos relajarnos un poco y por casualidad nos encontramos con el trenecito que hace un paseo turístico, la mejor manera de ver cosas sin mover un pelo, el precio era de 4€ e incluía el precio de 1€ que costaba entrar en la torre mirador que esta en la parte alta de la ciudad. El tren salió y después de dar una vuelta por la ciudad y ver lo que ya habíamos visto a pie se dirigió cuesta arriba donde todavía no habíamos estado hasta llegar al mirador donde hizo una parada de 15 minutos mas o menos, vistas maravillosas de la ciudad y de los bosques frondosos de los alrededores por donde se perdía la silueta del rio Ourthe.



Después de disfrutar de las vistas volvimos abajo donde se termino el recorrido del trenecito.
Una vez visto prácticamente todo de esta pequeña ciudad nos fuimos de paseo por el bosque y nos dimos una agradable vuelta entre arboles, también nos encontramos con una gran campo de cultivo de maíz, me recordó a las películas que se meten y se pierden entre el maíz, yo no lo hice pero si que cogimos una mazorca para ver como sabia, un poco mas y me parto los dientes, eso estaba mas duro que una piedra.

Siguiendo la ruta que iba todo cuesta arriba resulta que llegamos a un punto por donde paso el trenecito así que aprovechamos para visitar un museo que no pudimos ver anteriormente porque el trenecito no paro, era una especie de casa-museo donde hacían confitura artesanal para la región y como con la cerveza , ponían un video donde explicaban el proceso de elaboración de la confitura, también pudimos entrar a la cocina donde lo hacen y como no, tenían una pequeña tienda donde vendían sus productos, habían muchos tipos de confituras entre otras cosas. Nosotros compramos un pequeño bote de confitura de manzana por 2€, fue buena compra porque esta buenísimo, también lo recomiendo si pasáis por este museo.
 
El día pasaba rápido, ya eran las 6 de la tarde y ya estábamos un poco derrotados después de tanto andar. Nos fuimos directos a un parque que había junto al rio y nos echamos una buena siesta que disfrutamos como nadie. 
 
Aquí termino nuestro día, cogimos el coche y otras dos horitas de vuelta a Amberes.
Si visitáis Valonia, no os perdáis esta ciudad, muy recomendable.

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