Si venimos desde la zona del Parque Nacional del Teide hacia el extremo occidental de la isla nos cruzaremos con el volcán Chinyero, que protagonizó la última erupción registrada en Tenerife allá por 1909, y nos iremos adentrando en el Parque rural de Teno. Se trata de una zona montañosa muy escarpada en la que las nubes acarician la tierra y con cubierta de verde por una vegetación predominantemente de arbustos como la retama pero también con zonas de laurisilva.
Uno de sus puntos más elevados es la Degollada del Cherfe, desde donde tendremos unas preciosas vistas del citado Volcán Chinyero y, en general, del valle del parque rural del Teno. Hasta aquí la carretera es cómoda, pero empieza un serpenteante recorrido –poco apto para aquellos que se mareen mucho y no se hayan tomado la biodramina- que nos irá introduciendo en terreno casi salvaje hasta llegar al pueblecito de Masca.
Trekking desde Masca hasta el mar
Masca es un pueblo de apenas unas dos calles, aunque de él dependen otros pequeños núcleos urbanos que se diseminan por las laderas cercanas, cuyo mayor interés son las vistas que tiene del valle que lleva hasta la playa de Masca, en el corazón de los famosos acantilados de Los Gigantes.
Desde el pueblo sale una ruta de senderismo de unas tres horas de duración que lleva hasta una calita rocosa de enclave único. Una vez allí, tenemos dos opciones: volver por dónde hemos venido –otras 3 horas, y ésta vez cuesta arriba…- o tomar uno de los barcos que llevan a la gente hasta el cercano Puerto deportivo de Los Gigantes, perteneciente al municipio de Santiago del Teide. El baño en la playa de Masca, en un agua cristalina y fresca, merece la pena.
Los Acantilados de Los Gigantes
Pero todavía no hemos visto bien los acantilados de Los Gigantes, necesitamos tomar distancia para admirarlos con una buena perspectiva. Desde el barco que va hasta el puerto admiraremos mejor la inmensidad de estas formaciones volcánicas de tamaño colosal que miden entre 300 y 600 metros. Ir en el barco, con el viento dándote en la cara y observando esta mole te hace sentir como una película de aventuras. Efectivamente, es una de esas cosas en las que vale más una imagen que mil palabras.Avistamiento de cetáceos
Desde el Puerto deportivo de Los Gigantes también se ofertan numerosas empresas de barcos para avistar cetáceos. Hay que considerar precios, pues hay barcos con más gente y otros privados, así como excursiones de diferente duración. Lo más común son excursiones de un par de horas, y la experiencia bien merece la pena.El barco nos llevará mar adentro para intentar avistar tres especies de animales marinos: calderones, delfines y ballenas. Verlos o no supongo que dependerá un poco de la suerte de cada día, pues a fin de cuentas son animales libres que no están ahí cumpliendo jornada laboral. Lo que sí puedo decir es que el día que fui yo vimos estas tres especies, y muy bien vistas.
Esperaba verlos más lejos así que fue una gran ilusión cuando descubrí que pasaban bastante cerca del barco. Algunos delfines se atrevían a juguetear con nuestro barco, mirábamos al mar tratando de adivinar por dónde asomarían los siguientes ejemplares y hasta vimos a un calderón con su cría. Algo más lejos avistamso a las enormes ballenas, éstas sí más difíciles de ver. Íbamos avisados de que no todos los días hacen acto de presencia, pero se portaron. Si os gustan los animales, la excursión de los cetáceos es un imprescindible en un viaje a Tenerife.
Y como veis, la zona ofrece distintas formas de visitarla. Podéis adentraros por el Parque rural del Teno para disfrutar de su naturaleza y hacer trekking, o podéis ir directamente al puerto. Pero no dejéis de ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario